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Vie, Abr

Mujer embarazada, pide auxilio cuando un hombre intentó asfixiarla en un hotel del centro

Policía
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Salió corriendo, envuelta en una sábana pidió ayuda a la policía, pero el agresor huyo de la zona

Acapulco Gro., 04 de septiembre del 2019 (Noticias Acapulco al Desnudo.com) Son las cinco de la tarde con 58 minutos, mientras el sol se oculta, una mujer embarazada sale corriendo sobre la calle Noria, en el centro de esta ciudad, envuelta en una sábana blanca, pidió el teléfono de la policía, pues dijo que la querían matar en el interior de un hotel.

Minutos después, cuando caminaba obre la calle Noria, rumbo a la Siete Esquinas, el aire le levantó la sábana y expuso la desnudez de su cuerpo; una mujer al verla sintió el pudor, corrió y le hizo nudos en su envoltura para que el viento no la volviera a encuerar.

En su rodilla, escurría sangre, muchos pensaron que podría abortar, pero no. Se trataba de un raspón al caer, cuando salió corriendo de Liverpool, una casa des huéspedes donde se encontraba con un hombre, que intentó estrangularla pero no logró su objetivo, porque la chica se le soltó y salió corriendo a pedir auxilio.

Aunque dijo que no es de Acapulco, tampoco quiso decir su lugar de origen. Como pudo logró contactar a elementos de la policía municipal, quienes platicaron ella durante más de media hora y después pidieron el apoyo de otra patrulla, para que la llevaran a la unidad de atención a víctimas de violencia.

Sin embargo, luego de unos 26 minutos la policía llegó, y la mujer embarazada estaba recargada en una barda de las siete esquinas. Le dijeron que la iban a llevar para que la revisaran y le dieran atención.

“No quiero que me lleven, me van a encerrar en los dobles AA”, gritaba la mujer, mientras se sostenía su barriga con una de sus manos. “Ahí me violaron los internos, no quiero que me lleven a ese lugar”, insistía; minutos después corrió y se perdió entre las calle adyacentes.

“No podemos forcejear con ella”, afirmó uno de los elementos. No me imagino que al intentar sujetarla se caiga al suelo  y aborte, para qué quiere dijo al periodista del portal de noticias www.acapulcoaldesnudo.com. 

La gente de la zona, donde ocurrió el incidente, sostiene que no saben de dónde vino esa muchacha de unos 24 años de edad. Tampoco saben dónde vive, lo que sí, algunos dicen que duerme en las calles y hombres la invitan a tomar.

Al platicar con ella, narró que un hombre la invitó al cuarto. Ella le dijo que le pagara por adelantado y él cedió dándole 400 pesos. Ya en el interior del cuarto, mientras llevaban a cabo la relación sexual, ella manifestó que el tipo la estaba ahorcando.  Le alcanzó a decir que la soltara y que no la matara. Que mejor se llevara su dinero y fue entonces cuando abrió su mano y les soltó el dinero que minutos antes le había pagado.

Acto seguido, aprovechó una oportunidad para soltarse y salió corriendo del interior del cuarto y alcanzó a cerrar la puerta. Contó que alcanzó a llegar a la calle y pidió ayuda a la gente que pasaba a esa hora, pero nadie le hizo caso. Caminó metros  más adelante para pedir el teléfono de la policía. En medio de su desesperación, anotó las placas del carro del hombre que la había llevado al cuarto de Liverpool.  Enojada, expresó: “me violó, me quitó el dinero y ahora qué voy hacer, porque nadie me pudo ayudar”.

Luego de que la policía y una ambulancia de la Cruz Roja, se habían ido del lugar, volvió a regresar a la zona. Esta vez ya vestida con un pantalón de licra, blusa a cuadros y unos guaraches con cinta rosas de tres piquetes.  Empezó a pedir dinero a la gente que entraba a un OXXO en la Siete Esquinas, un masculino entró a la tienda y al salir le regaló unas monedas. La muchacha tenía sed, compró un bote de agua y se fue caminando rumbo a la Costera.

Muchos se preguntaron, por qué los elementos que la atendieron primero, no la llevaron en su patrulla para que le brindaran la atención médica,  por qué esperaron tanto tiempo a tal grado que cuando vino la patrulla de la policía, ella no quiso acompañarlos y mejor salió corriendo, para luego regresar a la calle, donde según dice la gente es su hogar.