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Jue, Abr
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El Gobierno español pide a la Casa Blanca que levante parte del embargo a Cuba

Política
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La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, visita Washington en lugar de Pedro Sánchez, y pide que se reviertan las sanciones más duras de Trump al castrismo, que afectan a empresas españolas

(ABC).- Lo hace en plena ola represora y cuando Biden prepara un plan para apoyar a los manifestantes por la democracia en la isla

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha intercedido este martes por las empresas españolas que hacen negocios en Cuba en una serie de reuniones bilaterales que ha mantenido con sus homólogas en Washington. Según ella misma ha dicho después en una conversación con la prensa en la embajada española en Washington, Maroto le ha trasladado a la administración de Joe Biden que la parte del embargo que activó Donald Trump en 2019 «no es en este caso la solución a los problemas que hay en Cuba».

«Uno de mis cometidos de este viaje es defender los intereses de las empresas españolas allí donde hay un problema y también generar confianza para que la administración estadounidense cuente con las empresas españolas en todo lo que va a ser su plan de recuperación», dijo la ministra Maroto. «Sí puedo decir que yo sí he podido trasladarle la preocupación del Gobierno de España por la situación en Cuba y, por supuesto, la defensa de los intereses de las empresas españolas. Y ya reclamamos a la administración anterior y lo hemos vuelto a hacer a esta», añadió.

A diferencia del presidente del Gobierno, la ministra Maroto sí ha venido a Washington, y sí se ha visto con sus homólogos en el ejecutivo de Biden, en concreto con Gina Raimondo, secretaria de Comercio, y Katherine Chi Tai, responsable de la Oficina del Representante Comercial de los EEUU. Sánchez llega este martes a Nueva York y visita también Los Ángeles y San Francisco, sin reuniones en la agenda con el gobierno de Biden.

Preguntada por la razón por la que Sánchez visita EE.UU. pero no será recibido en la Casa Blanca, la ministra Maroto dijo: «Se trata de un viaje eminentemente económico y comercial y mi papel en Washington no es menor. Mi cartera es Industria, Comercio y Turismo y por lo tanto yo lo que hago es complementar el viaje del presidente, que como sabéis, se va a reunir con importantes fondos de inversión, con importantes empresas, para trasladarles el buen clima de negocios que hay en España, las oportunidades de inversión».

Sánchez llega a EE.UU. justo cuando la administración Biden trabaja en un plan para responder a la ola represiva del castrismo ante las crecientes protestas a favor de la democracia. El mandatario estadounidense ha denunciado esa campaña represora y ha dicho en rueda de prensa: «el comunismo es un sistema fallido, y no creo que el socialismo sea un sustituto adecuado, pero eso es otra historia».

Rechazo a una acción unilateral

El lunes, un alto funcionario de EE.UU. dijo a ABC que la Casa Blanca busca la cooperación de sus socios en Cuba, y se resiste a cualquier acción unilateral. Según ese alto funcionario, EE.UU. está en contacto con sus aliados en las organizaciones internacionales para aumentar los flujos de asistencia humanitaria a Cuba y pretende «intensificar el compromiso diplomático con socios regionales e internacionales para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano».

La ministra Maroto ha insistido en la defensa de las empresas españolas que hacen negocios en Cuba. Estas se vieron afectadas en 2019 por la decisión de Trump de aplicar el embargo en toda su intensidad: las compañías extranjeras que hagan negocios con propiedad expropiada en Cuba quedan expuestas a demandas en juzgados estadounidenses, y a sus directivos se les deniega el visado de entrada a EE.UU. El director y vicepresidente de Meliá, Gabriel Escarrer, recibió una notificación del Departamento de Estado en 2019 según la cual tiene prohibido viajar a EE.UU.

Eso lo permite los títulos III y IV de la ley Helms Burton, que ahonda y regula el embargo desde 1996. Ambos fueron suspendidos por todos los presidentes estadounidenses, hasta Trump, que en 2019 decidió endurecer el embargo después de que Barack Obama, con Biden como vicepresidente, lo aligerara para restablecer relaciones diplomáticas con la dictadura castrista.