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Vie, Abr

El Barcelona anuncia su fichaje más inesperado y extraño

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Ousmane Dembélé acaba aceptando la oferta del club para continuar hasta 2024, rebajándose considerablemente el sueldo

(ABC).- Hace medio año nadie se esperaba un desenlace como el que se acaba de producir. Ousmane Dembélé, castigado al ostracismo de la grada en Navidades, acaba de firmar su nuevo contrato hasta 2024, con las condiciones que le propuso entonces el club catalán y que supone una considerable rebaja en sus emolumentos. Al haberse producido en julio, cuando el francés ya no tenía contrato, no se considera una renovación, sino un refichaje. El club ha oficializado su continuidad con el protocolario acto de firma de su contrato pero ha decidido liberar al futbolista de la rueda de prensa para protegerle de las incómodas preguntas que le pudieran realizar.

Dembélé es una de las piedras angulares del proyecto de Xavi, que ha peleado para que el francés se quedara. Incluso mantuvo una reunión con sus agentes para explicarles lo importante que sería en su equipo a pesar de mal rendimiento desde que llegó al Camp Nou a causa de sus continuos problemas físicos. Desde que debutara en 2017 y se lesionara en el Coliseum Alfonso Pérez el 16 de septiembre, el galo se ha perdido 102 encuentros por lesión. Además, fue el protagonista de algunos capítulos de indisciplina al llegar tarde a varios entrenamientos. El extremo había costado 105 millones de euros fijos más otros 30 en variables.

A pesar de su escaso rendimiento, se le considera un jugador diferente y de calidad contrastada. Por este motivo el Barcelona ya trató de asegurar su continuidad cuando faltaba un año y medio para que finalizara su contrato. El Barça, ante los rumores de que pudiera irse con la carta de libertad trató de atarlo en diciembre de 2020. La renovación empezó a tratarse en términos bastante inferiores a los de su fichaje, lo que no convencía al futbolista.

La pandemia y sus lesiones paralizaron las conversaciones, que también se vieron afectadas por el proceso electoral. Laporta ganó las elecciones y fue muy claro en su mensjae: o renovaba o se le traspasaba, ya que el Barcelona necesitaba dinero para solventar su crisis económica y no podía permitir que Dembélé se fuera gratis. Su lesión en la Eurocopa (desinserción del tendón de la rodilla derecha) abortó cualquier posibilidad de que se marchara el pasado verano.

La llegada de Xavi en noviembre reactiva la renovación. «Ousmane puede ser el mejor futbolista del mundo en su posición. Tiene unas condiciones espectaculares. Es muy importante que tenga una mentalidad ganadora. Sí, su renovación es prioritaria para mí», explicó el técnico durante su presentación y empezó a darle protagonismo. No obstante, los agentes del jugador daban la callada por respuesta a todas las ofertas de continuidad, lo que provocó el enfado en el club azulgrana. «A once días de cerrar el último plazo dentro de su contrato nos parece obvio que el jugador no quiere continuar en el Barça y no está comprometido con el proyecto de futuro del club. En este escenario, se le ha comunicado a él y a sus representantes que tiene que salir de forma inmediata. Nosotros queremos a futbolistas comprometidos y esperamos que se produzca una transferencia antes del 31 de enero», amenazó Mateu Alemany a mediados de enero de este año. El director de fútbol apostó por el castigo, pero la estrategia no le salió bien. Dembélé se cerró en banda y se negó a aceptar las vías de escape que tuvo en los últimos compases del mercado. El club decide que Dembélé no juegue más y Xavi lo acata.

No obstante, al acabar la ventana del mercado invernal, Xavi le levanta el veto, le devuelve al equipo y Dembélé protagoniza buenos partidos, cambiando los pitidos del Camp Nou por aplausos hacia su persona. Dembélé aseguarab que quería seguir pero sus representantes actuaban de manera diferente y daban a entender con sus actos que ya tenían un destino para el francés, que les reportaría una jugosa prima de fichaje. Al final, acabó la temporada y el futbolista se convirtió en agente libre, pero no firmó con nadie y el Barça negocia con Raphinha para que sea sus sustituto. Se confirmó lo que Moussa Sissoko había manifestado a los dirigentes catalanes bastantes veces: escuchó propuestas de otros equipos, pero no lo tenía hecho con nadie. Desde entonces, las conversaciones se encauzaron y este pasado miércoles ya se le pudo ver entrenando con el equipo a pesar de no tener contrato. Dembélé vuelve a firmar con el Barça hasta el 30 de junio de 2024.