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Vie, Abr

España hace historia y jugará su primera final de un Mundial

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La selección femenina derrota contundentemente a la todopoderosa Noruega y se verá las caras con Holanda en el último asalto

(ABC) España escribió una nueva página dorada en la historia del deporte y del balonmano femenino. La selección se clasificó por primera vez en la historia para la final de un Mundial, que disputará este domingo ante Holanda (12:30 horas / TVE1). Y lo hizo por la puerta grande, dándole un repaso a Noruega (22-28), el gran «coco» de las españolas y del panorama europeo.

El éxito se gestó en 2017, cuando Carlos Viver sustituyó al mítico Jorge Dueñas y emprendió una revolución que ha durado dos años tras un arduo camino en el que España no lograba superar el décimo puesto, como se comprobó en el Europeo de 2016 y 2018 y el Mundial 2017. El nuevo seleccionador jubiló a iconos como Marta Mangué y Macarena Aguilar y combinó savia nueva (Jennifer Gutierrez, Maitane Etxeberria, Alicia Fernández, Eli Cesáreo, Silvia Arderius o Sole López) con jugadoras habituales en el combinado nacional como Nerea Pena, Silvia Navarro (impresionante el partido de esta semifinal), Shandy Barbosa (espectacular manteniendo con sus goles a España en el partido) o Carmen Martín.

Noruega, uno de los rivales más duros que les podía tocar y donde el equipo femenino es venerado, volvía a cruzarse en el camino de España. No en vano, las vikingas son las dominadores del panorama internacional en la última década. Además, España llegaba con cuatro precedentes negativos que tampoco les permitía aferrarse a la esperanza de las estadísticas. La final del Europeo 2008, el tercer y cuarto puesto del Mundial de China, la semifinal del Mundial de Brasil 2011 y la final del Europeo de Budapest 2014 habían caído del lado noruego. España quería romper la racha con el que sería un triunfo histórico que le permitiría jugar la primera final de un Mundial en toda su historia.

Salió España sin complejos ante la todopoderosa Noruega. Si habían ganado contra pronóstico a Rumanía y Hungría en la primera fase, por qué no intentarlo con las nórdicas. Lo persiguieron tratando jugarles de tú a tú y prolongando las buenas sensaciones transmitidas durante todo este Mundial. Y pusieron a las escandinavas contra las cuerdas en una primera parte muy vistosa e igualada. La velocidad, los saques rápidos, los blocajes y las buenas intervenciones de las porteras fueron la tónica de la primera media hora, en la que las «Guerreras» llegaron a ponerse cuatro goles por encima (6-10) a falta de diez minutos para irse a las duchas e hizo inútil el tiempo muerto solicitado por el técnico noruego, que asistía incrédulo a la pérdida constante de balones (6 en 15 minutos) y al nulo entendimiento entre las primeras líneas de su equipo. Pero calidad les sobra y pudieron enjugar la diferencia. Igualaron el marcador en ocho minutos (12-12) para marcharse al descanso en tablas (13-13).

La segunda mitad empezó aún mejor que la primera, con España marcando las diferencias, presionando en defensa, robando balones (papel destacado el de Ainhoa Hernández) y mostrándose efectivas y contundentes en ataque. Se acomodaron las españolas con dos goles de ventaja que iban manteniendo en el marcador, upadas por la efectividad de Silvia Navarro bajo palos. Volvía a irse de tres (16-19)cuando faltaban veinte minutos tras un buen disparo de Nerea Pena, que disfrutaba celebrando su cumpleaños sobre la cancha. Marta López aumentaba a cuatro la diferencia (17-21) y provocaba el tiempo muerto de Noruega, impotente ante el vendaval de las Guerreras, que ya se veían en la final. Pero quedaban 17 minutos aún. Un mundo. Pero los nervios jugaban en contra de las nórdicas, obligadas a remontar y poco acostumbradas a perder. Dos balones perdidos, permitieron que España se marchara de seis (18-24) tras los goles de Almundena Rodríguez y Alicia Fernández. La final ya era una realidad y más cuando Mireia González aumentaba la ventaja (19-26) y Sole López (19-27) ponía tierra de por medio a falta de siete minutos para el final. Noruega estaba siendo triturada. Espectacular Silvia Navarro en los minutos finales, donde se convirtió un muro para las nórdicas. Los minutos finales estuvieron cargados de emoción. El bocinazo final catapulta a España a la final, las cita con la historia y provocaba un derramamiento de lágrimas.